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DIA MUNDIAL DEL ORGASMO FEMENINO
La semana pasada, exactamente el 08 de agosto se celebró por quinto año consecutivo el “Día Mundial del Orgasmo Femenino”. La verdad es que no sé donde he estado, porque nunca sino hasta hoy, me enteré que nuestro orgasmo tenía un día internacional y que debemos festejarlo.
¿Qué entendemos por orgasmo? Nos referimos a la culminación del placer sexual de las mujeres. Pero veamos ¿Cuántas mujeres en nuestras relaciones sexuales llegamos realmente al orgasmo? ¿Cuántas mujeres fingimos llegar al orgasmo? Sin lugar a dudas y aunque lo neguemos ¡muchas!
Y es que al bendito orgasmo no llegamos sólo porque lo queremos, sino que hay de por medio muchas, muchísimas razones para que ello ocurra.
Uno de los motivos porque las mujeres no llegamos hasta el orgasmo es por la “Anorgasmia” que es la falta de placer sexual. En este caso se requiere un tratamiento médico especializado.
Otras de las razones, es la eyaculación precoz de nuestra pareja que nos deja a “medio camino” y ese sí que es un problema de los dos. Los tabúes y mitos que nos han inculcado desde pequeñas, son también causas importantes de inhibición en nuestro placer sexual, nos ponemos tensas, no nos relajamos, no lo disfrutamos. El temor a salir embarazadas, aún cuando utilicemos un método anticonceptivo es otra razón poderosa para no llegar al orgasmo.
Y finalmente la falta de conocimiento de nuestro cuerpo. La gran mayoría de las mujeres no conocemos nuestro cuerpo. Conocemos las partes más expuestas y sobresalientes, pero ¿realmente conocemos nuestro cuerpo? ¿Alguna vez a solas, hemos puesto un espejo para poder observarnos cómo somos en nuestras partes íntimas? Creo que muy pocas.
Especialistas en la materia opinan que ponernos frente a un espejo, desnudas y observar todo nuestro cuerpo, es el inicio para desinhibirnos; acariciarnos nosotras mismas para ir descubriendo nuestra sensibilidad, nuestras zonas erógenas. Darnos un tiempo sólo para nosotras. Aprender a amarnos como somos y no sentirnos mal o avergonzadas de exhibir nuestro cuerpo ante nuestras parejas sólo porque no tenemos un cuerpo perfecto con las medidas de la Barbie.
¿Qué entendemos por orgasmo? Nos referimos a la culminación del placer sexual de las mujeres. Pero veamos ¿Cuántas mujeres en nuestras relaciones sexuales llegamos realmente al orgasmo? ¿Cuántas mujeres fingimos llegar al orgasmo? Sin lugar a dudas y aunque lo neguemos ¡muchas!
Y es que al bendito orgasmo no llegamos sólo porque lo queremos, sino que hay de por medio muchas, muchísimas razones para que ello ocurra.
Uno de los motivos porque las mujeres no llegamos hasta el orgasmo es por la “Anorgasmia” que es la falta de placer sexual. En este caso se requiere un tratamiento médico especializado.
Otras de las razones, es la eyaculación precoz de nuestra pareja que nos deja a “medio camino” y ese sí que es un problema de los dos. Los tabúes y mitos que nos han inculcado desde pequeñas, son también causas importantes de inhibición en nuestro placer sexual, nos ponemos tensas, no nos relajamos, no lo disfrutamos. El temor a salir embarazadas, aún cuando utilicemos un método anticonceptivo es otra razón poderosa para no llegar al orgasmo.
Y finalmente la falta de conocimiento de nuestro cuerpo. La gran mayoría de las mujeres no conocemos nuestro cuerpo. Conocemos las partes más expuestas y sobresalientes, pero ¿realmente conocemos nuestro cuerpo? ¿Alguna vez a solas, hemos puesto un espejo para poder observarnos cómo somos en nuestras partes íntimas? Creo que muy pocas.
Especialistas en la materia opinan que ponernos frente a un espejo, desnudas y observar todo nuestro cuerpo, es el inicio para desinhibirnos; acariciarnos nosotras mismas para ir descubriendo nuestra sensibilidad, nuestras zonas erógenas. Darnos un tiempo sólo para nosotras. Aprender a amarnos como somos y no sentirnos mal o avergonzadas de exhibir nuestro cuerpo ante nuestras parejas sólo porque no tenemos un cuerpo perfecto con las medidas de la Barbie.
Ahora entendemos por qué se ha creado un Día Internacional del Orgasmo Femenino, es un llamado de atención ante un problema latente del que muy pocas queremos hablar. Compartir con nuestras parejas estas inquietudes nos libera. Si nosotras fingimos placer y que llegamos al orgasmo, estaremos agravando nuestra situación y estaremos siendo deshonestas con nosotras mismas y con nuestras parejas.
