La vagina es una parte de nuestro cuerpo que suscita muchas controversias, conflictos, ternura, pasión, abuso, horror y apodos. En su nombre se hacen muchas cosas desde el disfrute sexual hasta las más bajas pasiones.
Eve Ensler es una dramaturga, feminista y bisexual quien ha escrito "Los Monólogos de la Vagina" un texto redactado para superar el trauma que sufrió por que a los diez años de edad fue victima de violencia sexual por parte de su padre. El monólogo fue estructurado a partir de más de doscientas entrevistas realizadas a mujeres: jóvenes, mayores, amas de casa, empleadas, desempleadas, prostitutas, negras, blancas. En las entrevistas que hacía a otras mujeres, lo primero que les preguntaba era “¿Qué diría tu vagina si pudiera hablar?
La primera reacción ante la pregunta era reírse, avergonzarse, sudar frío, incomodarse. Sin embargo, cuando se dieron cuenta que el tema era serio y que por primera vez alguien les preguntaba abiertamente sobre la vagina, cambiaban de actitud, se relajaban y no dejaban de hablar sobre su sexualidad, sus alegrías, sus placeres, sus traumas, el embarazo, la maternidad, las relaciones entre lesbianas, el acoso sexual, la violencia sexual.
Eve Ensler recorre muchos países del mundo con “El Monólogo de la Vagina”. El texto tiene como protagonista a una “vagina parlante” que habla de sus experiencias buenas y malas. Lo presenta en forma jocosa, divertida y a veces como protesta y denuncia por las mutilaciones de clítoris que en algunas culturas todavía se realizan. Denuncia también sobre las violaciones sexuales. Comenta en forma burlona las insatisfacciones que tenemos las mujeres.
Habla sobre el poco respeto que tienen los hombres al referirse a esa parte del cuerpo. Nosotras mismas caemos en el juego y no nos atrevemos a llamar a “la vagina” por su nombre. Le ponemos cientos de apodos, palabras disfrazadas y esos nombres van variando en cada pueblo de acuerdo a sus creencias, costumbres y tradiciones.
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, “El Monólogo de la Vagina” es un tema que nos invita a la reflexión, más aún cuando en la nueva legislación contempla a la violencia contra la mujer como un delito penal con pena privativa de la libertad.
Es también un tema que invita a las mujeres a aprender a reconocer cada parte de nuestra vagina, a disfrutar de ella, protegerla y hacerla respetar, empezando por llamarla como se llama. Empezar a valorarnos nosotras mismas, a no gastar nuestros ahorros para mutilar nuestro cuerpo con cirugías plásticas, liposucción, lo rellenamos de silicona y hasta le ponemos aceite de avión, sin medir las consecuencias; todo ello para rendir culto a la belleza y juventud siguiendo los modelos impuestos por la publicidad.
Es momento de replantear y desaparecer mitos y tabúes. Nuestro cuerpo nos pertenece, debemos valorarlo tal como es y no como pretenden que sea. Avergonzarnos de nuestro cuerpo y desconocer nuestros derechos, es una invitación a la violencia y a la autodestrucción.
Eve Ensler es una dramaturga, feminista y bisexual quien ha escrito "Los Monólogos de la Vagina" un texto redactado para superar el trauma que sufrió por que a los diez años de edad fue victima de violencia sexual por parte de su padre. El monólogo fue estructurado a partir de más de doscientas entrevistas realizadas a mujeres: jóvenes, mayores, amas de casa, empleadas, desempleadas, prostitutas, negras, blancas. En las entrevistas que hacía a otras mujeres, lo primero que les preguntaba era “¿Qué diría tu vagina si pudiera hablar?
La primera reacción ante la pregunta era reírse, avergonzarse, sudar frío, incomodarse. Sin embargo, cuando se dieron cuenta que el tema era serio y que por primera vez alguien les preguntaba abiertamente sobre la vagina, cambiaban de actitud, se relajaban y no dejaban de hablar sobre su sexualidad, sus alegrías, sus placeres, sus traumas, el embarazo, la maternidad, las relaciones entre lesbianas, el acoso sexual, la violencia sexual.
Eve Ensler recorre muchos países del mundo con “El Monólogo de la Vagina”. El texto tiene como protagonista a una “vagina parlante” que habla de sus experiencias buenas y malas. Lo presenta en forma jocosa, divertida y a veces como protesta y denuncia por las mutilaciones de clítoris que en algunas culturas todavía se realizan. Denuncia también sobre las violaciones sexuales. Comenta en forma burlona las insatisfacciones que tenemos las mujeres.
Habla sobre el poco respeto que tienen los hombres al referirse a esa parte del cuerpo. Nosotras mismas caemos en el juego y no nos atrevemos a llamar a “la vagina” por su nombre. Le ponemos cientos de apodos, palabras disfrazadas y esos nombres van variando en cada pueblo de acuerdo a sus creencias, costumbres y tradiciones.
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, “El Monólogo de la Vagina” es un tema que nos invita a la reflexión, más aún cuando en la nueva legislación contempla a la violencia contra la mujer como un delito penal con pena privativa de la libertad.
Es también un tema que invita a las mujeres a aprender a reconocer cada parte de nuestra vagina, a disfrutar de ella, protegerla y hacerla respetar, empezando por llamarla como se llama. Empezar a valorarnos nosotras mismas, a no gastar nuestros ahorros para mutilar nuestro cuerpo con cirugías plásticas, liposucción, lo rellenamos de silicona y hasta le ponemos aceite de avión, sin medir las consecuencias; todo ello para rendir culto a la belleza y juventud siguiendo los modelos impuestos por la publicidad.
Es momento de replantear y desaparecer mitos y tabúes. Nuestro cuerpo nos pertenece, debemos valorarlo tal como es y no como pretenden que sea. Avergonzarnos de nuestro cuerpo y desconocer nuestros derechos, es una invitación a la violencia y a la autodestrucción.