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EL ELIXIR DE LA GALLINA CALVA




Les transmito un email que me envió una amiga a mi correo.

Cuenta una leyenda china, que un funcionario del imperio tomó durante años un misterioso elíxir para mantener su potencia sexual. Tenía mujeres por docenas. Se parece a algunos que no voy a mencionar. No acababa con una cuando ya deseaba la otra.

¡Soy el más macho de los chinos machos! Decía orgulloso.

Un tiempo después, el potente funcionario olvidó el elíxir en una granja.

Por curiosidad, un gallo se tomó el frasco y no tardó en montarse a todas las gallinas del gallinero. Dicen que su furor era tanto que les picoteaba las cabezas hasta dejarlas completamente calvas.

Desde entonces, este asombroso afrodisíaco chino se conoció como “el elíxir de la gallina calva”, aunque su receta, hasta hoy en día, se encuentra en el más grande secreto.

Un maestro taoísta escribió: Si un hombre toma “gallina calva” tres veces al día será capaz de satisfacer por la noche a 10 mujeres.

Desde la antigüedad, los varones han empleado todo tipo de afrodisíacos para aumentar su potencia sexual, desde los mariscos hasta los cuernos de rinoceronte, desde filtros mágicos hasta el viagra, elixires, cóctel de ranas, ajos, cebollas, remojados de la selva y muchas cosas más.

Miden la virilidad por el número de cópulas. Más eyaculaciones, más hombría. Veamos qué pasa entre los animales:

El chimpancé no pasa una hora sin copular. Cuando las hembras están en celo, el ritmo aumenta.

Un león adulto puede aparearse hasta 85 veces en un solo día.

Pero el récord indiscutido de potencia sexual lo tiene un animalito parecido a una rata. Es un gerbillo que vive en Egipto y se llama “shawi shawi”.

Este pequeño roedor logra copular 224 veces en una hora. Obviamente, sus fogosos polvoretes duran apenas tres segundos.

Entre los animales, el sexo tiene una finalidad muy clara: perpetuar la especie, asegurar descendencia.

Precisamente, uno de nuestros mayores logros, casi desde los orígenes de la Humanidad, fue diferenciar el sexo de la función reproductora y vincularlo con el amor y el placer.

¿Cantidad... o calidad?

Entonces ¿Qué hace feliz a los hombres? La cantidad de cópulas. El andar pasando de cama en cama, no demuestra más hombría. Si así fuera, cualquier chimpancé o el fogoso jerbillo “shawi shawi” ganaría la contienda.

El mujeriego no satisface a ninguna mujer. Sólo intenta demostrarse a sí mismo que es bien macho y conjurar así su complejo de impotencia.

La hombría reside en la calidad. El verdadero afrodisíaco no es la “gallina calva”, sino el amor.

Coctel Afrosdisiaco de Jengibre

Ingredientes:
200 grs. de jengibre fresco
2 litros de agua
3 toronjas
3 limones
Azúcar a voluntad
Preparación:
Rallar el jengibre bien pequeño y licuarlo con el agua. Colar y agregar el jugo de los limones y las toronjas. Añadir azúcar a voluntad. Servir muy frío.

Este cóctel es muy bueno, pero si no les funciona como afrodisíaco, por lo menos, les quitará el resfrío.

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