Lo del indulto a Crousillat por “razones humanitarias”, desde un primer momento fue algo que no se podía fácilmente “tragar”, se quiso dar la impresión de que se trataba de un pobre anciano, con dolencias tan graves que le quedaban pocos días de vida, y que por tanto era un acto humano el dejarlo en libertad para que fallezca en casa. Buena “movida”, para qué? No será para recuperar el canal y disponer de un medio más para la campaña de la alianza negada, pero que se nota plasmada en el parlamento?.
Crousillat López fue sentenciado a ocho años de pena privativa de la libertad, por actos de corrupción: por vender la línea editorial de América Televisión al gobierno fujimorista uno de los más corruptos de la historia, a través de su brazo derecho: Vladimiro Montesinos.
Es una prerrogativa del Presidente de la República conceder indultos, o sea “perdonar” las penas privativas de la libertad. ¿Cuáles eran esas “razones humanitarias” por las que Alan decidió indultar a Crousillat? ser mayor de 77 años y sufrir enfermedades como cardiopatía hipertensiva, enfermedad vascular cerebral y fibrilación auricular; además de ser portador de un marcapaso ¿¿?? Se le presentaba como un paciente en estado “terminal”, y como lo indicamos al principio.
Pero si el primer “pase” fue “bien hecho”, no se supo aprovechar, (felizmente para la salud de la democracia) y con una actitud poco inteligente, desde el mismo día que salió en libertad su abogado cometió la indiscreción de informar a la prensa que Crousillat viajaría a la Argentina por asuntos laborales. Inmediatamente sus familiares le enmendaron la plana y salieron a desmentirlo, pero Crousillat, soberbio, acostumbrado a hacer lo que quiere, una vez que el Presidente lo indultó, no dudó en hacer lo que quería: Salir de compras, ir a restaurantes exclusivos y otros “lucimientos” en el que trasuntaba todo menos gravedad de salud, distante pues, de una persona cuya vida pende de un hilo. ¡Qué escándalo, y sabemos que “Dios … castiga el escándalo”! Si él hubiera sido más discreto, manteniendo un perfil bajo, y no hubiera hecho alarde de su poder, quizás con el tiempo, hubiese quedado como un indulto a todas luces “favorecido”, pero con el tiempo olvidado como muchas cosas que ocurrieron en nuestro país.
El Jefe del Gabinete Ministerial Velásquez Quesquén explicó a los medios de comunicación que en el Ministerio de Justicia existe una comisión técnica “AA” –conformada por destacados profesionales- que evalúan las solicitudes de indulto que se presentan, y tras una revisión rigurosa presenta su opinión favorable al titular del sector, quien luego la eleva al Presidente de la República, quien también, se supone, lo revisa críticamente. Un indulto no se firma de la noche a la mañana, especialmente un indulto para un hombre como Crousillat, ex dueño de un canal de televisión y filmado recibiendo varios millones de dólares del hombre fuerte y de confianza del régimen fujimorista.
Ahora que se ha develado todo no deja de percibirse, un tufillo de corrupción en las altas esferas del gobierno, Alan dice que fue sorprendido ¿? Pero cuántos peruanos le creerán? Ud. amig@ que me lee?. Acaso no sabemos que cuando el Presidente firma un indulto, no sólo ha pasado revisión por varias manos, sino que es la última persona que revisa detalladamente todo lo actuado? ¿Un Presidente que firma porque su Ministro de Justicia le dice que firme? Alan es un político cuajado, un “zorro” en el argot usual. ¿qué pasó? …
Muchas más preguntas surgen espontáneamente: ¿Qué se mueve tras bambalinas?¿Porqué habrán contratado a Marisol Crousillat, hija del ex-indultado, en TV Perú, el canal del Estado? ¿Será porque realmente es muy buena profesional y no hay otra como ella? ¿No será mucha coincidencia? ¿Y qué hay del Ministro de Justicia Pastor? ¿No que renunciaba si revocaban el indulto? ¿Por qué esperó “que lo saquen a patadas” como lo dijo el parlamentario Belaunde? ¿Qué pasó Aurelio? ¿Seguiste deshojando margaritas? ¿Pensaste acaso que llevando tu móvil a la “casa del Pueblo”, o achacando a los Miro Quesada de tus desventuras, Alan te iba perdonar? Para vergüenza tuya, el Presidente a quien habías servido incondicionalmente, se vio obligado a “darte una patada” y dejar sin efecto tu nombramiento como Ministro, con una Resolución vergonzosa. Otra cosa hubiera sido si honrabas tu palabra y presentabas tu renuncia, salías por la puerta grande, y más de un peruano habría apreciado el gesto. Cuando aprenderán los políticos que en política ¡nada es casualidad!
Crousillat López fue sentenciado a ocho años de pena privativa de la libertad, por actos de corrupción: por vender la línea editorial de América Televisión al gobierno fujimorista uno de los más corruptos de la historia, a través de su brazo derecho: Vladimiro Montesinos.
Es una prerrogativa del Presidente de la República conceder indultos, o sea “perdonar” las penas privativas de la libertad. ¿Cuáles eran esas “razones humanitarias” por las que Alan decidió indultar a Crousillat? ser mayor de 77 años y sufrir enfermedades como cardiopatía hipertensiva, enfermedad vascular cerebral y fibrilación auricular; además de ser portador de un marcapaso ¿¿?? Se le presentaba como un paciente en estado “terminal”, y como lo indicamos al principio.
Pero si el primer “pase” fue “bien hecho”, no se supo aprovechar, (felizmente para la salud de la democracia) y con una actitud poco inteligente, desde el mismo día que salió en libertad su abogado cometió la indiscreción de informar a la prensa que Crousillat viajaría a la Argentina por asuntos laborales. Inmediatamente sus familiares le enmendaron la plana y salieron a desmentirlo, pero Crousillat, soberbio, acostumbrado a hacer lo que quiere, una vez que el Presidente lo indultó, no dudó en hacer lo que quería: Salir de compras, ir a restaurantes exclusivos y otros “lucimientos” en el que trasuntaba todo menos gravedad de salud, distante pues, de una persona cuya vida pende de un hilo. ¡Qué escándalo, y sabemos que “Dios … castiga el escándalo”! Si él hubiera sido más discreto, manteniendo un perfil bajo, y no hubiera hecho alarde de su poder, quizás con el tiempo, hubiese quedado como un indulto a todas luces “favorecido”, pero con el tiempo olvidado como muchas cosas que ocurrieron en nuestro país.
El Jefe del Gabinete Ministerial Velásquez Quesquén explicó a los medios de comunicación que en el Ministerio de Justicia existe una comisión técnica “AA” –conformada por destacados profesionales- que evalúan las solicitudes de indulto que se presentan, y tras una revisión rigurosa presenta su opinión favorable al titular del sector, quien luego la eleva al Presidente de la República, quien también, se supone, lo revisa críticamente. Un indulto no se firma de la noche a la mañana, especialmente un indulto para un hombre como Crousillat, ex dueño de un canal de televisión y filmado recibiendo varios millones de dólares del hombre fuerte y de confianza del régimen fujimorista.
Ahora que se ha develado todo no deja de percibirse, un tufillo de corrupción en las altas esferas del gobierno, Alan dice que fue sorprendido ¿? Pero cuántos peruanos le creerán? Ud. amig@ que me lee?. Acaso no sabemos que cuando el Presidente firma un indulto, no sólo ha pasado revisión por varias manos, sino que es la última persona que revisa detalladamente todo lo actuado? ¿Un Presidente que firma porque su Ministro de Justicia le dice que firme? Alan es un político cuajado, un “zorro” en el argot usual. ¿qué pasó? …
Muchas más preguntas surgen espontáneamente: ¿Qué se mueve tras bambalinas?¿Porqué habrán contratado a Marisol Crousillat, hija del ex-indultado, en TV Perú, el canal del Estado? ¿Será porque realmente es muy buena profesional y no hay otra como ella? ¿No será mucha coincidencia? ¿Y qué hay del Ministro de Justicia Pastor? ¿No que renunciaba si revocaban el indulto? ¿Por qué esperó “que lo saquen a patadas” como lo dijo el parlamentario Belaunde? ¿Qué pasó Aurelio? ¿Seguiste deshojando margaritas? ¿Pensaste acaso que llevando tu móvil a la “casa del Pueblo”, o achacando a los Miro Quesada de tus desventuras, Alan te iba perdonar? Para vergüenza tuya, el Presidente a quien habías servido incondicionalmente, se vio obligado a “darte una patada” y dejar sin efecto tu nombramiento como Ministro, con una Resolución vergonzosa. Otra cosa hubiera sido si honrabas tu palabra y presentabas tu renuncia, salías por la puerta grande, y más de un peruano habría apreciado el gesto. Cuando aprenderán los políticos que en política ¡nada es casualidad!