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¿Hasta cuando las mujeres tenemos que seguir soportando?


Sabina es madre de cinco hijos y se encuentra embarazada del sexto. Su esposo trabaja de cobrador en un microbús; gana muy poco y apenas alcanza para la comida, por eso sus hijos se encuentran con desnutrición crónica y tienen bajo rendimiento escolar, se quedan dormidos en clases.

Sin embargo a él le gusta el licor y lo toma casi a diario después de la jornada de trabajo. El licor que toma es de baja calidad, adulterado, que lo venden en un local cerca al paradero final donde se guardan los microbuses. Este licor lo embrutece a él y sus amigos.

Cuando llega mareado a casa, algunas veces va directamente a dormir, pero en otras ocasiones insulta y golpea a Sabina echándole la culpa por este sexto embarazo, cómo si por arte de magia ella hubiera salido embarazada. No admite su responsabilidad como por ejemplo, cuando mareado la obliga a tener relaciones sexuales aún cuando ella se niega porque está en “los días de peligro”. Él no quiere que tome ningún método anticonceptivo porque considera que le da “libertad” a Sabina para que esté con otros hombres.

Recuerda que cuando se casó con Tiburcio, al inicio todo iba bien e incluso él le ofreció ayudarla para que pudiera continuar con sus estudios. Eso alegró mucho a Sabina porque tenía la ilusión de terminar de estudiar la secundaria y ser una profesional para no vivir lo que su mamá había vivido, un mundo lleno de miserias y violencia, con siete hijos mal alimentados.

Hace unos días escuchó en la radio que hay la “píldora del día siguiente” o “píldora de emergencia” ella tiene la secreta ilusión de poder tomarla cuando su esposo la obligue a tener relaciones sexuales en sus “días de peligro”, pero se encuentra confundida porque ha escuchado que es abortiva. ¿A quién escuchó decirlo? A un conocido miembro de la Iglesia Católica.

También escuchó por esa misma emisora decir a un reconocido médico que la píldora del día siguiente no es abortiva porque es un preparado de hormonas que se toma dentro de las 72 horas siguientes a las relaciones sexuales. Cuando se toma la píldora, una vez que llega al torrente sanguíneo trastorna el equilibrio hormonal necesario para impedir la concepción. Asimismo la concepción se produce recién del 7mo. al 14vo. día después de la relación.

Hace poco se ha publicado una resolución ministerial en el que hace de conocimiento público que existe la certeza de que la píldora del día siguiente no es abortiva, y por lo tanto no produce efectos secundarios mortales o dañinos a la salud de las mujeres, cita los informes técnicos científicos expedidos por parte de la OMS y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a favor del uso de esta pastilla, por lo tanto se distribuirá gratuitamente en los hospitales.

Sabina no pudo realizar sus estudios secundarios, sin embargo no es tonta. Ella se pregunta por qué los hombres opinan sobre tema de mujeres. ¿Por qué algunos miembros de la iglesia católica opinan de ese tema cuando ellos no son padres, ni lo serán, por lo menos públicamente? ¿Por qué no escuchan la voz de las mujeres cuando son violadas sexualmente y se les obliga a seguir embarazadas de hombres que no aman ni conocen?

A Sabina le gustaría que les dieran charlas de capacitación a los hombres, empezando por su esposo, para que entiendan que las relaciones sexuales deben ser placenteras y no sólo para tener hijos. Le gustaría que los capaciten para que comprendan que cuando una mujer se cuida es para no tener hijos y no para “sacarle la vuelta” a la pareja.

¿Hasta cuando las mujeres tenemos que seguir soportando que sean los hombres los que opinen y decidan sobre temas de mujeres?- Se pregunta Sabina. Está pensando movilizar a sus vecinas para que en el centro médico, en los colegios y en la Municipalidad, se difunda la importancia de la planificación familiar como sinónimo de calidad de vida y desarrollo. Ella comprende que somos las mujeres las únicas llamadas a opinar y a decidir sobre nuestra vida y nuestro cuerpo. ¡Qué caray! dice Sabina.

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