English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

LA CHICHI ASUSTADA


La película “La Teta Asustada” dirigida por Claudia Llosa, si bien es una película exitosa y ha ganado dos premios internacionales, nos ha tocado fibras muy profundas, especialmente en la memoria de aquellas mujeres que sufrieron de violencia sexual en la época de violencia política.

“La Teta Asustada” no sólo debe hacernos sentir orgullosos por ser la primera película peruana que ha ganado importantes premios, o porque Magaly Solier es una carismática y gran artista, sino porque nos recuerda de las violaciones que fueron víctimas muchísimas mujeres, ya sea por los terroristas o por los militares destacados en las zonas de conflictos. Cuántas mujeres se sacrificaron para salvar a sus maridos y sus hijos. Cuántas mujeres fueron abandonadas por sus maridos después de haber sido violadas. Fue una doble injusticia que sufrieron las mujeres, castigándolas como si ellas hubiesen tenido la culpa o hubiesen provocado la violación.

Pero ¿Por qué el nombre de La Teta Asustada? Ante un ambiente de terror y de rabia que vivía la población, las mujeres que daban de mamar a sus hijos, se sentían culpables porque creían que al tener sentimientos de miedo o rabia, le pasarían a sus hijos esa “leche de rabia” o “leche de miedo” y estaban convencidas que esa leche, lejos de alimentar a sus niños, les haría mucho daño. Tenían la creencia que un niño que tomaba esa leche no podría ser una persona normal y eso las hacía sentir más culpables todavía.

Si bien ésta película peruana es la primera en haber sido nominada para el Oscar, logrando captar la atención de los medios de comunicación y despertado nuestros sentimientos de peruanidad, nos permite analizar que en la actualidad, en los que vivimos tiempos de aparente paz, día a día hay un grueso número de mujeres y niñas que sufren de violencia sexual y que no cuentan con protección de parte del Estado, ni asistencia médica psicológica permanente hasta superar el trauma que les ocasionó la violación.

Cuantas mujeres han vivido desagradables experiencias al acercarse a presentar la denuncia en la comisaría y algunos malos miembros de la Policía Nacional no aceptan registrar su denuncia, argumentando falta de papel, de tinta, que vuelvan en dos días y otros más. Quieren hacerlas conciliar con el agresor, aún cuando saben que eso no se debe conciliar y en otras oportunidades se “pierden” las pruebas, quedando el agresor libre de todo delito.

Conozco un caso donde se logró capturar y detener al agresor sexual. La joven quedó embarazada producto de esa violación. Al negar su delito, se le practicó al niño y al supuesto padre un examen de ADN. A los pocos días enviaron el certificado desde Lima, con resultados negativos. Lo liberaron y actualmente amenaza a la madre con vengarse y quitarle al niño. Si bien la prueba de ADN resultó negativa, sólo con mirar al niño reconocemos el gran parecido que tiene con el agresor. ¿Qué pasó entonces con los resultados? No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que hay de por medio un acto de corrupción.

“La Teta Asustada” debe ser el hilo de la madeja que nos conduzca a develar la problemática de violencia sexual que actualmente viven miles de mujeres y niñas en nuestro país y que por la indiferencia de la propia sociedad civil junto con la pasividad y corrupción de algunas malas autoridades, los casos de denuncias quedan impunes y peor aún, cuando se ven obligadas a vivir con el agresor.

En el Día Internacional de la Mujer, hay muchos motivos para celebrar, pero también hay muchos motivos para ponernos la camiseta y promover la difusión de los derechos de la mujer, así como recordarle al Estado que tiene una pendiente agenda de mujer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario