Cuántas veces he escuchado
comentar (y para ser sincera, yo también) a familiares y amigos, que la
relación con su pareja con los años se ha ido apagando, que ya no es lo mismo
de antes, que ya no hay los detalles, que la actividad sexual ha bajado notablemente.
Cómo lamentan (y a veces yo
también) que su relación de pareja no sea como aquellos tiempos en los que se
conocieron. Todo brillaba alrededor, reían de cualquier tontería, los besos y
abrazos apasionados, las relaciones sexuales intensas y extensas. ¡Qué tiempos
aquellos! Suspiran.
Pero cuidado, no debemos
quedarnos en esa añoranza y dejar de vivir el presente. Siempre estamos
pensando que el tiempo pasado fue mejor y de tanto pensar en el pasado, nos
olvidamos de lo bello de nuestra relación en la actualidad. No es conveniente
aferrarse a las cosas pasadas. Sentir nostalgia es inevitable, pero debemos ser
grandes en pensamiento y comprender que muchas de las cosas pasadas no
volverán, sin que ello nos haga sentir infelices.
Voy a tomar algunas frases
emitidas por David Fischman en su “Cuaderno de la Felicidad” cuando diferencia
el “amor pasional” del “amor compañero”:
El amor pasional se
caracteriza por:
- Estado emocional intenso.
- Incremento de deseo sexual.
- Felicidad intensa y dolor.
- Ansiedad y alivio.
- Celos y altruismo.
- Idealizamos y no vemos defectos.
- Los síntomas son equivalentes a una droga como heroína o cocaína.
- Se altera el cerebro y se aumenta la producción de dopamina.
- Los efectos no duran para siempre, el cerebro se adapta.
El amor compañero, es el
afecto que sentimos por aquellas personas con quienes compartimos nuestra vida
íntima.
- Vemos los defectos y los aceptamos.
- Nos preocupamos por la otra persona.
- Hay confianza y seguridad.
- Se comparte todo.
En mi opinión, es precisamente “el amor compañero” el
que nos va a dar seguridad, el que nos va a ayudar a crecer como personas, poder
compartir sin pedir nada a cambio, entregarse sin los apasionamientos
juveniles, pero esa entrega que sale de
lo más profundo de nuestro ser, que perdura en el tiempo y no sólo por la
emoción pasajera.
¿Qué si el amor cambia con el tiempo? Por supuesto que
sí. Puede variar, intensificarse o disminuir. Es tan sabio el amor que se va adaptando en eldía a día de
la pareja. Comprender este cambio como un factor positivo, comprender que si ya
no hay tanta ansiedad por ver a la pareja, por estar todo el tiempo a su lado,
porque ya no hay cosquillas en el estómago, no significa que nos hayamos dejado
de amar o nos amemos menos que antes, significa que el tiempo está pasando y
que nuestra relación está madurando, se está cimentando.
El “amor compañero” es otro tipo de amor, un
sentimiento más sosegado, más racional pero mucho más duradero. Nos volvemos
amigos, cómplices, consejeros. A mis amigos y familiares les pido comprender
esta variación, este proceso natural que nos plantea la vida y no sentirnos
desalentados, buscar la separación o peor aún, pretender iniciar una nueva
relación pensando que se sentirán mejor.
Foto: Ma Miguela Gargano F