“Por “trata de personas” se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación.” --Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños
Cada año, millones de mujeres y niñas alrededor del mundo sufren graves violaciones de derechos humanos a manos de traficantes y proxenetas que se lucran con la trata de seres humanos, y “clientes” o compradores que los explotan y alimentan esta empresa ilegal de miles de millones de dólares. Algunas mujeres son raptadas, otras son engañadas por ofertas de trabajo legítimo, y otras son vendidas por sus familias empobrecidas o se entregan por su propia cuenta, impulsadas por la pobreza, el aislamiento y el abuso, al señuelo de los traficantes que se aprovechan de su desesperación y vulnerabilidad. Los traficantes emplean la manipulación, la coacción y el engaño para atrapar a las mujeres y hacen que les resulte extraordinariamente difícil escaparse. Independientemente de su ruta hacia la explotación sexual comercial, las mujeres pueden quedar atrapadas en un mundo de violencia, servidumbre por deudas, abuso y aislamiento.
Si bien la trata de seres humanos es difícil identificar y en gran parte pasa no denunciada, es un delito frecuente y omnipresente que trasciende las fronteras internacionales y ocurre no solamente entre países sino también dentro de países, estados, ciudades y vecindarios. La Organización Internacional del Trabajo estima que hay como mínimo 12,3 millones de adultos y niños en condiciones de trabajo forzado, mano de obra subyugada y servidumbre sexual comercial en todo momento. Según las Naciones Unidas, el 79% de los casos identificados de trata de seres humanos suponen la explotación sexual y la mayoría de las víctimas son mujeres y niños.
Igualdad Ya considera que la manera más eficaz de terminar con el tráfico sexual consiste en abordar la demanda de prostitución. Tal estrategia consistiría en criminalizar a los traficantes y compradores de sexo, al tiempo que despenalizar a las víctimas y ofrecerles servicios de rehabilitación y de otra índole.
Igualdad Ya apoya la labor de los grupos de base que trabajan para poner fin a la trata sexual y aboga por la aprobación y aplicación de leyes severas contra la trata, a nivel estatal, nacional e internacional.
En esta área del programa, apoyamos la labor de los grupos de base que procuran terminar la trata sexual. También abogamos por la aprobación y aplicación de leyes severas contra la trata, a nivel estatal, nacional e internacional.
Otras iniciativas de Igualdad Ya para terminar con la trata de mujeres:
Para obtener información acerca de campañas anteriores y concluidas en esta área de programas, consulte el archivo de campañas.
http://www.equalitynow.org/es/trata_personas
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