LOS HOMBRES SON OBJETIVOS Y LAS MUJERES PROCESOS

Hace un tiempo atrás, asistí a un evento nacional donde mencionaron a una famosa expositora Pilar Sordo quien consideraba que los hombres funcionan en base a objetivos y las mujeres en base a procesos. Eso significa que los hombres disfrutan con la llegada de las cosas y las mujeres por los trayectos. Para entenderlo mejor, nos dio el siguiente ejemplo:

Cuando las mujeres queremos ir de compras a un centro comercial y le pedimos a nuestra pareja que nos acompañe, él acepta ir, pero dentro de su mente ya imaginó el local y el tiempo que nos vamos a demorar en llegar hasta allí. Todo lo que nosotras vamos a hacer a la mitad del trayecto, o sea entre la casa y el centro comercial, como por ejemplo ir a la farmacia o quizás a una zapatería, para el hombre eso es una estafa, porque nosotras nunca le avisamos que íbamos antes a esos lugares.

Cuando llegamos a la zapatería él preguntará extrañado ¿Pero no íbamos al centro comercial? porque para nosotras las mujeres da lo mismo ir hoy al centro comercial o hacerlo mañana; lo importante es que nosotras vamos disfrutando el trayecto (el proceso), aunque no lleguemos al objetivo. Disfrutamos el paseo, mientras ellos sólo piensan en llegar lo más pronto al objetivo.

Y cuando vemos que él se incomoda y nos pone mala cara, entonces nosotras le diremos “bueno si me vas acompañar así, mejor no me acompañes” y la relación se vuelve tirante e incómoda para los dos.

Asimismo, cuando una pareja empieza una relación amorosa, el hombre tiene como objetivo, hacer el amor con ella y todas sus acciones estarán orientadas a cumplir ese objetivo y si puede hacerlo pronto mejor. En cambio la mujer, no es que no lo haya pensado también, pero ella espera hacer el amor después de todo un proceso, es decir, algunas salidas románticas, flores y chocolates, llamadas insistentes al celular que nos demuestre que le interesamos, es decir, ir de poco a poco (proceso), hasta llegar a hacer el amor (objetivo).

Y es que a las mujeres nos gusta “el antes y el después” (el proceso). Conversando con algunas amigas, en esas charlas de café en que se tocan todos los temas, la queja por lo general, es que sus parejas cuando las abordan para hacer el amor, quieren ir directamente al objetivo y lo más pronto posible; mientras que ellas esperan ser abordadas disfrutando el proceso, es decir, caricias previas, conversaciones estimulantes, música de fondo, porque hay que disfrutar el proceso.

A veces los hombres piensan que cuando tocan a sus parejas, ellas deben estar predispuestas a ser abordadas y disfrutar como almas gemelas y con la misma intensidad, el objetivo. En el aspecto sexual, los hombres deberían comprender que la mujer disfruta más en el proceso que el momento mismo de la penetración (objetivo). Quizás por eso ellas retrasan ir a acostarse temprano a la cama, prefiriendo quedarse levantadas haciendo cosas en la casa, esperando que sus parejas ya se hayan dormido cuando ellas se acuesten.

Otra gran diferencia que observamos también al momento de enfocar los problemas, es que los hombres se centran en los objetivos para solucionar los problemas, mientras que las mujeres vamos analizando poco a poco los detalles hasta llegar a soluciones concretas, es decir miramos todo el contexto y no sólo el problema.

Bueno todo esto nos demuestra que hombres y mujeres nos complementamos aún cuando somos diferentes. Sin embargo, los hombres no deben olvidar, que las mujeres necesitamos más afectos emocionales que el mismo sexo y las mujeres debemos aprender a hablar claro y no fingir que queremos cuando en realidad, no lo queremos. El diálogo sincero y la buena voluntad de cambio, hará que el hombre tenga algo de procesos y la mujer de objetivos. Así, algún día nosotras nos animaremos a ir a la cama más temprano.